He derribado tus muros
tu orgullo intermitente
he penetrado en tu alma
con claridad persistente.
.
Enmudeciste mi sino
transformando mis pupilas
en reflejo permanente
de tu andar tan peregrino.
.
Masacraste mi ternura
socavaste en mi aprensión
maniobrando a tu antojo
mi anhelo de protección.
.
Fuiste fiel a tu talento
de total contradicción
hoy se avecinan tormentas
pues se ha asomado el sol.
.
Ni modo de cuestionarte
ni cuestionar nuestro amor
sólo sentir que me quemas
tenerte es mi adicción.
.
Mir
.
(Gracias a mi amigo Pablo de Pedro Martin, por la imágen que acompaña esta poesía)
Sigo las huellas del porvenir,
ResponderEliminarcasi nada, una empresa deducible
de un destino sin querellas.
Es el reflejo de tus letras inspiradoras después de un frugal almuerzo.
Buenas tardes, preciosa
Es un placer comenzar el día en este espacio tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo